Valeria Costacurta, una niña de 16 años de una antigua y prestigiosa familia noble, sueña con poder reconstruir algún día el estatus noble de su casa con su propia fuerza. Un día, ella es elegida para convertirse en una Dominas, aquellos poseen la cresta tatuada que impregnan a uno con la capacidad de utilizar magia. Las probabilidades de que ello suceda es de uno de cada diez, Valeria acepta, el primer paso para que ella logre su sueño ahora pavimentado justo frente que ella.

Siendo doncellas, las Dominas son tradicionalmente emparejadas con otras hembras (llamadas Hiera Glaphicos) para proteger su pureza. Pero para Valeria su Hiera Glaphicos es un joven conocido como Dimitar Richternach. La tía de Dimitar, Orvieto Richternach, le asegura a Valeria que nunca le echará una mano, porque Dimitar sólo tiene ojos para las mujeres mayores. Para Valeria es mal hablado, descarado y sin tacto. Dimitar la ve como altiva, prepotente y completamente ingenua.

Sus aventuras comienzan con su primera misión, una misión secreta para investigar un supuesto levantamiento en una ciudad cercana. Sin embargo, no todo va según el plan, y la misión de exploración que se suponía ser simple al principio rápidamente se vuelve amarga.